LAS
PERSPECTIVAS DEL COACHING.
El
trabajo de un Coach (entrenador ejecutivo) es dejar salir el potencial de su
entrenado, ayudándolo a hacer el mejor uso posible de su conocimiento,
inteligencia y experiencia. Apoya a su cliente reconociendo, mejorando y
apalancando sus fortalezas, a la vez que identifica y mejora sus conocimientos
y habilidades en áreas clave para su desempeño. Mediante el Coaching, un líder
puede hacerse más efectivo como individuo, permitiéndole ejecutar mejor la
estrategia de la empresa. Dependiendo de su posición, puede incluso mejorar la
efectividad al diseñar la estrategia. Cuando un Coach comienza a pensar en cómo
ayudar a sus clientes a trabajar de modo más eficaz, debe considerar:
- Una
conducta que alguna vez contribuyó al éxito de la persona puede perder su
efecto si se usa con mucha frecuencia o intensidad, en muchas situaciones,
eclipsando otras destrezas más útiles o funcionales. Un entrenador puede ayudar
a su cliente a comprender que, al cambiar esas debilidades, puede generar
conductas más productivas.
- Las
conductas persistentes generalmente tienen un propósito positivo.
- Una
visión desactualizada de uno mismo puede conllevar a conductas inadecuadas.
-
Escuchar al ejecutivo, y partir de allí para la toma de decisiones. Es
importante utilizar sus ideas como punto de partida, y actuar como puente para
corregir conceptos errados.
- Pensar
en los cambios como hipótesis que usted debe comprobar empíricamente.
Un Coach
debe comprender bien cómo su entrenado ve al mundo, descubrir cuáles son sus
metas y conocer qué cosas le importan. Los entrenadores ejecutivos pueden
aplicar un campo de estudio novedoso (la complejidad de la mente de los
adultos) para ofrecer entrenamiento. Para apoyar efectivamente al cliente, el
Coach debe comprender los múltiples y distintos mundos en el que éste habita;
debe conocer los asuntos corporativos clave que afectan al ejecutivo, para
comprender cómo éste y otros ejecutivos los perciben. Los entrenadores deben
distinguir entre sujeto (todo aquello que es parte incuestionable para uno
mismo, tales como rasgos de personalidad, suposiciones sobre el mundo,
conductas o emociones) y objeto (aquello que se encuentra más separado y puede
ser considerado, cuestionado, moldeado y actuado después de que el cambio ha
sido producido). Deben ayudar a los ejecutivos a hacer el cambio entre uno y
otro, para que puedan identificarlos y crear los cambios necesarios. El primer
paso es nombrar el sujeto, para hacer que el individuo esté consciente de este.
El siguiente paso es prestar atención a cómo éste afecta la vida diaria, y
buscar evidencias que prueben si esa idea o creencia en particular funciona
oficientemente o no, para que pueda ser cambiada de ser necesario. Los Coach
deben ser personas que practiquen y reflexionen sus enseñanzas; deben estar
conscientes y alineados con sus propios métodos para que puedan reconocer sus
propias limitaciones. Conocer sus métodos con detenimiento permite ofrecer
mejores resultados. Aquellos entrenadores que reconocen bien las limitaciones
de sus métodos, pueden tratarlas como un grupo de hipótesis para ser revisadas
y puestas a prueba constantemente. Un entrenador que utiliza métodos
transparentes puede crear mejor relaciones con sus clientes, ya que ambas
partes pueden influir en los métodos utilizados. Las reflexiones que deben
hacer los entrenadores son sumamente útiles al ser combinadas con las teorías
acerca de las diferencias individuales.
EL
COACHING EJECUTIVO EN LAS ORGANIZACIONES.
Para poder
ofrecer un excelente entrenamiento ejecutivo en su organización, existen dos
opciones:
- Crear
un programa planificado para satisfacer las necesidades de múltiples
ejecutivos.
-
Utilizar un enfoque a la medida, en donde cada ejecutivo puede requerir entrenamiento
o sugerir la contratación de un coach en particular.
En
cualquiera de los casos, debe:
1.-
Vincular el entrenamiento ejecutivo a su estrategia de negocios y necesidades
organizacionales.
2.-
Identificar entrenadores potenciales, ya sean provenientes de firmas
consultoras o particulares. Fíltrelos para asegurarse que cuentan con las
destrezas requeridas por la organización.
3.- Ponga
a los entrenadores “al día”, informándoles sobre la organización, los
individuos clave, etc, mediante una orientación grupal o individual.
4.-
Empareje cada ejecutivo con un entrenador, según la química personal y la
experiencia de los mismos.
5.-
Programe reuniones individuales, en donde los ejecutivos aprendan más acerca de
los entrenadores y obtengan una visión general de cada prospecto.
6.- Haga
seguimiento al compromiso de Coaching, para asegurarse que está enfocado en las
metas establecidas. Haga revisiones periódicas a lo largo del proceso.
7.- Mida
los resultados para ver si el entrenamiento ha sido realmente exitoso.
Cerciórese si los gerentes han visto alguna mejora en los temas clave para la
organización.
Otra
decisión importante a tomar, a la hora de planificar el entrenamiento
ejecutivo, es si hacerlo interno o externo:
-
Coaching interno: como ventajas, tiene que el Coach conoce la cultura
organizacional, y resulta particularmente útil si la organización requiere de
amplios conocimientos sobre el negocio o industria. Adicionalmente, suele ser
más económico y eficiente, al vincular al Coaching con otras funciones de RRHH
como entrenamiento y desarrollo organizacional.
-
Coaching externo: puede resultar mejor si la compañía tiene abundante
conflictos y divisiones políticas. Igualmente es preferible si la empresa tiene
inclinación hacia los expertos externos o los requerimientos van más allá de
las habilidades de sus entrenadores internos.
En
cualquier caso, busque una persona que tenga cierta química con los ejecutivos
a quienes entrenará. Si el proceso de Coaching no es manejado adecuadamente,
pueden surgir problemas. Algunos errores comunes son:
1.- No
alinear el Coaching con la estrategia organizacional.
2.- No
identificar bien los problemas organizacionales.
3.-
Ejecutivos no abiertos a la retroalimentación y al entrenamiento.
4.- No
seleccionar al Coach correcto.
No todos
los procesos de Coaching serán exitosos. Prepárese para afrontar sus fracasos
cuando ocurran y afróntelos como formas de seguir creciendo y desarrollándose.
Lo ideal es que con el Coaching se cree una zona de seguridad en la cual la
persona a ser entrenada pueda reconocer y superar sus miedos. Es el miedo,
especialmente el que no se percibe o reconoce, lo que muchas veces evita que la
persona exprese lo mejor de sí mismo. Adicionalmente, el Coaching debe ayudar
al ejecutivo a sobreponerse a los problemas de aislamiento que generalmente
acompañan al liderazgo.
COACHING
EN LA PRÁCTICA.
Los
entrenadores normalmente trabajan con personas de mediana edad (de la segunda
mitad de los 30 en adelante). Es por ello que deben comprender los procesos de
esta etapa de la vida y emplear estrategias para apoyar a las personas que
estén atravesándola. En esta etapa de la vida, las personas gradualmente van
incrementando su sentido de ser, incluyen cualquier parte rechazada,
desposeída, abandonada de sí misma, e incorporan aquellas áreas que rechazaron
durante su primera mitad a su personalidad. El resultado es un enfoque en la
integración y en el todo. En la etapa media de la vida, las personas también
suelen rebalancear sus conocimientos cognoscitivos, la forma como perciben y
juzgan lo que les rodea. La percepción de las personas puede estar basada en
sentidos concretos o en pura intuición.
El juicio se puede basar tanto en un proceso de pensamiento y lógica,
como en sentimientos y emociones. En la primera etapa de la vida de una
persona, ésta tiende a enfatizar una de las dos formas de percibir el entorno,
basado en lógica o de modo intuitivo y emocional. Las personas desarrollan
mucho más en la segunda etapa de sus vidas, y sus áreas abandonadas preceptúales
crecen poco a poco. Es común comenzar a expandir las habilidades intuitivas y
de percepción en la segunda etapa de su vida. Un buen Coach debe tomar esto en
cuenta, ayudando a los ejecutivos a mantener un alto desempeño y a prestarles
más atención a su energía, enfoque y motivación. También puede ayudar al
ejecutivo en la segunda etapa de su vida a articular decisiones sobre el
futuro, propósito y búsqueda del significado de las cosas. Algunos entrenadores
utilizan un enfoque de profundidad para ayudar a sus clientes a considerar cómo
está su vida personal actual y la influencia de su pasado sobre ésta. Para
trabajar en esta área, debe entrevistar exhaustivamente a la persona y llevar a
cabo una serie de pruebas psicológicas. Un entrenador que logra percibir la
vida y motivación de un individuo en este contexto, puede proveer información
que los clientes pueden emplear para entenderse mejor a sí mismos, construir
enfoques conductuales más flexibles y liderar una vida de modo más consciente. La
meta es proveer una mayor alineación entre mente y corazón. Los componentes de
este enfoque incluyen:
- La
entrevistas a profundidad como Coach y psicólogo.
- Reunir
datos personales (por ejemplo entrevistas con los miembros familiares y
amistades del ejecutivo).
- Examen
del pasado historial del ejecutivo, incluyendo eventos significativos en su
infancia.
-
Búsqueda de conductas que ya no le son útiles.
-
Exploración del cómo las emociones influyen sobre las conductas de la persona.
-
Incrementar la autoconciencia, para hacer que nuevas oportunidades surjan para
que se dé el cambio.
Un
entrenador que utilice un enfoque más terapéutico puede utilizar la “teoría del
desarrollo de adultos” para ayudar a los ejecutivos de avanzada edad a ser más
eficientes. Este método está basado en la psicología de desarrollo constructiva
y examina la forma como las capacidades de pensamiento humano se desarrollan
desde la infancia, basado en la creencia de que las personas forman de modo
activo el significado de todo, basados en sus propias experiencias. En otras
palabras, las personas construyen activamente (mediante la interacción de los
demás) sus propias realidades psicológicas, las cuales cambian y se desarrollan
en las diferentes etapas de la vida. Para explorar este enfoque, los entrenadores
utilizan un proceso llamado Diálogo de Desarrollo de Coaching, que consiste en:
1.-
Buscar el significado.
2.-
Construir una nueva perspectiva.
3.- Crear
un puente.
4.-
Desarrollar la acción.
ENTRENAMIENTO
PARA SU ESTRATEGIA DE NEGOCIOS.
Relacionar
el entrenamiento ejecutivo con la estrategia de negocios es particularmente
crucial en toda empresa; si el entrenamiento no está entrelazado con los
resultados que la compañía desea alcanzar, el programa de entrenamiento para
ejecutivos corre peligro de que funcione para las metas individuales del
individuo, pero no para la organización. Con un manejo cuidadoso y un buen
vínculo con las metas institucionales, el entrenamiento puede beneficiar a
ambos, compañía y ejecutivo. El entrenamiento debería centrarse en el trabajo
directamente relacionado a las metas organizacionales, tales como: desarrollo
de ciertas metas específicas, construcción del desempeño laboral o desarrollo
de capacidades futuras. El entrenamiento puede servirle a la agenda individual de
un ejecutivo, mientras que no sirve para las áreas directamente relacionadas a
la estrategia de la organización. Un entrenador debe ayudar a los ejecutivos a
adaptarse a la nueva forma que son mercado y compañías, “sistemas complejos
adaptativos”.
BIBLIOGRAFÍA.
Resumen
del libro: Coaching Ejecutivo.
Escrito
por: Catherine Fitzgerald y Jennifer Garvey Berger.
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