MÁS ALLÁ
DE LA EXPERIENCIA.
Las reglas
en el mundo laboral están cambiando, las personas ahora son juzgadas en base a
un nuevo canon: no sólo cuán inteligente, entrenado o experimentado se es, sino
también cuán bien pueden manejarse a si mismos y a los demás. Esta nueva medida
está siendo aplicada con mayor frecuencia en las empresas, al escoger a quién
se va a contratar o no, quién puede ser retenido y quién promovido. Las nuevas
reglas predicen quién tendrá un desempeño estrella y quién no. Sin importar el
campo en el que se desempeñe, lo importante es que se están evaluando las
características cruciales para mercadearse en el mundo laboral. Estas nuevas
reglas no tienen mucha relación con lo aprendido en los años escolares,
habilidades académicas, etc. Se supone que la persona cuenta con esos
conocimientos necesarios para llevar a cabo el trabajo. El énfasis ahora está
en las cualidades personales, tales como la iniciativa, empatía, adaptabilidad
y persuasión. La inteligencia emocional es la capacidad para reconocer nuestros
propios sentimientos y los de los demás, para motivarnos y para manejar las
emociones bien con nosotros mismos y en las relaciones con los otros. Un alto
nivel de inteligencia emocional es sumamente importante en los negocios porque:
- Si usted
trabaja para una pequeña empresa o para usted mismo: su habilidad para
desempeñarse al máximo dependerá en gran parte en poseer estas habilidades.
Aunque jamás las haya aprendido en la escuela, su carrera dependerá de cuán
bien usted las domine.
- Si
trabaja en una gran empresa: probablemente está siendo evaluado en términos de
estas capacidades, aunque usted no lo sepa. Cualquiera que sea su trabajo,
entender cómo cultivar estas habilidades puede ser esencial para lograr el
éxito.
- Si forma
parte de un equipo gerencial: necesita considerar cuán bien su compañía nutre
estas competencias para maximizar la inteligencia de sus empleados y hacer que
sus negocios sean más efectivos y productivos.
Se ha
comprobado que la inteligencia emocional es el factor más importante al
determinar la excelencia de cualquier trabajo. Esto no sorprende cuando el
trabajo en sí es ventas; pero ocurre incluso entre científicos y profesionales
técnicos, el pensamiento analítico está en tercer lugar, después de la
habilidad para influir y la motivación hacia el logro. Por ejemplo, un
ingeniero brillante puede que tenga una idea genial en su mente, pero no sirve
para nada si a más nadie le interesa o la conoce. La inteligencia emocional
incluye 5 dimensiones básicas, que a su vez son la base para las 25
competencias emocionales críticas para un excelente desempeño en el ambiente
laboral. Ninguna persona puede alcanzar la perfección en las 25 competencias.
Sin embargo, un excelente desempeño requiere de fortaleza en al menos seis de
las competencias, y que estas estén distribuidas equilibradamente en las cinco
dimensiones.
DIMENSIÓN
1: AUTOCONCIENCIA.
La
autoconciencia es la primera dimensión de la inteligencia emocional. Esta
dimensión es vital para lograr adquirir las tres competencias que la integran:
Conciencia
emocional.
Las
personas que poseen esta destreza saben reconocer sus emociones y por qué las
están sintiendo; reconocen cómo sus sentimientos afectan su desempeño y
reconocen sus valores y sus metas. En el departamento de asesoría financiera de
American Express, la conciencia de las emociones propias es central para un
excelente desempeño. Cuando los planificadores financieros discuten temas como
dinero y mortalidad, algunos de los clientes se pueden sentir desconfiados o
estresados. Los planificadores fueron entrenados para tener más empatía y
sintonizar sus emociones con la de sus clientes, lograron relaciones confiables
a largo plazo que se tradujeron en ventas más altas por cliente. La
autoconciencia también sirve como barómetro interno, asegurando si el trabajo
de la persona encaja con su sistema de valores. Si hay una disonancia, las
personas tienden a sentirse mal. Si el trabajo que desempeñan y su sistema de
valores están alineados, se sentirán con energía plena.
Autoevaluación
precisa.
Las
personas que poseen esta competencia conocen sus fortalezas y debilidades, y
están abiertas a la retroalimentación y al aprendizaje continuo. El Centro para
un Liderazgo Creativo llevó a cabo un estudio para comparar ejecutivos que eran
exitosos y otros que no (renunciaban, eran despedidos, o rezagados). Ambos
grupos poseían debilidades, pero los ejecutivos exitosos buscaban una
retroalimentación activa para que les ayudase a incrementar su desempeño y
fortalecer así sus debilidades. Cuando las personas comprenden sus defectos
pueden mejorar sus áreas débiles, sintiéndose más seguras a la hora de
desempeñarse en su trabajo.
Autoconfianza.
Guarda
mucha relación con la destreza anterior. Las personas que la poseen son capaces
de ir más allá de lo establecido y de tomar buenas decisiones, a pesar de
incertidumbres y presiones. Los empleados con autoconfianza se sienten listos
para asumir riesgos y dominar nuevos retos o habilidades. El éxito en estas
personas ocurre en parte por la profecía que se auto cumple: como creen en sus
habilidades, trabajan más y con mayor empeño, logrando mejores resultados.
DIMENSIÓN
2: AUTOREGULACIÓN.
La
autoregulación es una dimensión clave en la inteligencia emocional. Está
relacionada con la parte prefrontal del cerebro, área de “la memoria que
trabaja”, tiene la capacidad de prestar atención, recordar información y tomar
decisiones. Esta memoria trabaja mejor cuando la mente está en calma; pero
cuando surge una emergencia, el cerebro cambia a un modo protector, poniendo
alerta a todo el sistema. Durante la emergencia, el cerebro reduce la
creatividad, y la planificación a largo plazo, para centrarse en la urgencia.
Cuando una persona está nerviosa (al dictar una charla, por ejemplo), le
ocurren bloqueos mentales temporales, ya que el cerebro percibe esto como una
emergencia y congela la habilidad del orador para expresarse.
Autocontrol.
Implica
mantenerse al tanto de las emociones disruptivas y de la impulsividad. Las
personas con esta competencia dominan sus impulsos y sentimientos de forma
positiva: se mantienen en calma, y aún en momentos difíciles, pueden pensar con
claridad y mantenerse enfocados bajo presión. Las personas que trabajan para
adquirir esta competencia utilizan meditación y ejercicio como herramientas
para controlarse. Esto no significa que jamás se molesten, sino que el
relajamiento y la meditación les sirven para mitigar tales emociones
destructivas.
Fiabilidad.
Las
personas fiables actúan con ética, crean confianza y admiten sus errores al
tiempo que confrontan las acciones no éticas en los demás. La fiabilidad en el
ambiente laboral significa dejar que las personas conozcan los valores y
principios de uno, y actuar en forma consistente con ello. Las personas que
jamás admiten sus errores o se presentan ante los demás sin ser auténticos,
están debilitando su imagen y credibilidad frente a sus compañeros. En el New
York Times en 1997, se publicó una encuesta hecha a 1.300 empleados por la Asociación
de Funcionarios Éticos, revelaba que la mitad había estado relacionada en
prácticas de negocios poco éticas en algún momento de sus carreras. La
fiabilidad implica puntualidad, cuidado en el trabajo, autodisciplina,
responsabilidad, ser escrupuloso, etc.
Innovación
y adaptabilidad.
Puede ser
muy importante para sobresalir en ciertos campos profesionales. Las personas
innovadoras buscan formas de aportar ideas frescas, provenientes de una
variedad de orígenes, con soluciones a problemas, nuevas formas de hacer las
cosas, etc. Los empleados adaptables manejan múltiples exigencias, cambiando
sus prioridades y ajustándose a los cambios rápidamente. Ellos son los
suficientemente flexibles como para cambiar sus respuestas y tácticas a
situaciones fluidas. Uno de los ejecutivos más adaptables e innovadores del
mundo es Andrew Grove, el CEO de Intel. En 1970, la competencia japonesa
comenzó a dominar el mercado de los chips de memoria para computadoras, que era
el negocio principal de Intel para el momento. La gerencia de Intel cambió su
estrategia hacia los microprocesadores. Grove piensa que esos momentos son
decisivos para las compañías, ya que de no adaptarse lo suficiente y repensar
su estrategia a tiempo, puede desaparecer.
DIMENSIÓN
3: MOTIVACIÓN.
Muchos de
los mejores empleados con un gran desempeño no se sienten motivados por el
factor monetario exclusivamente. Un estudio hecho a más de 700 profesionales y
ejecutivos de negocios, encontró que la fuente de motivación más grande era el
reto creativo y la estimulación por el trabajo en sí. Las siguientes tres
fuentes de satisfacción provenían del orgullo al hacer el trabajo, las
relaciones laborales y de ayudar o enseñar a los demás en el trabajo.
Motivación
al logro.
Esto hace
que las personas luchen por mejorar o cumplir con estándares de excelencia. Las
personas que poseen esta destreza se establecen metas retadoras; buscan
información para reducir la incertidumbre y encuentran formas para hacer las
cosas mejor, y aprender cómo mejorar su desempeño. Las personas que están
motivadas al logro sienten que la retroalimentación es muy importante en sus
trabajos. Ellos le hacen seguimiento al éxito, a través del ingreso, reportes
de ventas o estándares organizacionales. Crean sus propias medidas de desempeño.
Compromiso.
Las
personas que tienen un alto desempeño están motivadas también por su compromiso
con las metas de la empresa. Los empleados con esta competencia hacen
sacrificios para alcanzar una meta organizacional mayor; utilizan los valores
centrales del grupo para tomar decisiones y buscan activamente oportunidades
para desarrollar la misión del grupo. El compromiso es posible cuando las metas
del individuo se reflejan en las de la empresa. Los altos niveles de compromiso
se encuentran en las personas que creen en lo que hacen y en la empresa para la
que trabajan.
Iniciativa
y optimismo.
Las
personas que demuestran iniciativa persiguen metas que sobrepasan las
expectativas que los otros se han hecho de ellos; buscan oportunidades, rompen
las reglas de ser necesario y mueven a otros a realizar esfuerzos. La
competencia que está más relacionada con la iniciativa es el optimismo. Un
optimista puede ver una oportunidad donde hay un obstáculo, y piensa que tiene
el poder de hacer algo al respecto. El valor de un optimista ha sido probado
por muchas empresas. En la asesoría financiera de American Express, una prueba
piloto en entrenamiento de optimismo ayudó a incrementar las ventas 3 meses
después de haberse producido, un resultado sorprendente que convenció a la
empresa a repetirlo.
DIMENSIÓN
4: EMPATÍA.
De todas
las competencias, la empatía es la fundamental para comprender y apreciar los
sentimientos de las demás personas. Es la dimensión base para todas las
competencias sociales que son importantes en el amiente laboral.
Comprender
a los demás.
Las
personas que cuentan con esta competencia son atentas ante las emociones que
demuestran las demás personas, son buenos escuchas, demuestran sensibilidad
hacia las perspectivas y sentimientos de los otros. Los ejecutivos pueden
emplear la empatía para sentir las necesidades de sus empleados, luego basado
en la comprensión pueden promover las habilidades de los empleados.
Desarrollo
de los demás.
Esto puede
verse cuando las personas reconocen y compensan las fortalezas y logros de los
demás; ofrecen una retroalimentación completa y actúan como un mentor. Para
desarrollar a su personal tome en cuenta las siguientes técnicas:
1.- Espere
lo mejor de los empleados que tienen el mas bajo desempeño, y déles un trato de
ganadores, lo cual puede surtir el efecto de la profecía que se auto cumple.
2.-
Promueva el desempeño de sus subordinados asignándoles un reto adecuado a sus
cargos, junto con un voto de plena confianza.
3.- Señale
los problemas sin proponer soluciones; esto implica que ellos deben hallarla
por si mismos, lo que mejora su confianza en la toma de decisiones.
Orientación
al servicio.
Las
personas con esta habilidad comprenden las necesidades de los clientes y las
relacionan con los servicios y productos; buscan formas para incrementar la
lealtad y satisfacción del cliente; y ofrecen su asesoría de confianza a los
clientes. Para construir una relación a largo plazo con los clientes, ellos
deben ser vistos como personas con sentimientos, no como compradores con
dinero. Los vendedores deberían crear empatía al comienzo de la interacción,
para lograr sentir las necesidades de ellos. Lo peor que puede hacer un
vendedor es abordar el enfoque de “nosotros contra ellos” refiriéndose a los
vendedores contra el cliente, la manipulación del cliente no permite que se
cree la relación con el cliente y que el negocio se repita en el futuro.
Apalancamiento
de diversidad.
Las
personas que saben como apalancar la diversidad aprecian las diferencias que
existen entre los distintos tipos de personas que se encuentran a su alrededor;
respetan y se relacionan bien con personas de diversos orígenes; ven la
diversidad como una oportunidad para la organización. Investigaciones llevadas
a cabo por la Universidad de Stanford, demostraron que los estereotipos
negativos acerca del género o raza podían disminuir seriamente el desempeño
laboral. Para alcanzar el éxito, las personas necesitan sentirse apreciadas y
valoradas; las minorías pueden llegarse a sentir amenazadas si no sienten esto
por parte de sus compañeros de trabajo, afectando su desempeño y el de los
demás. En la Escuela de Negocios de Harvard hay una frase muy usada que dice:
“triunfa a través de los otros que son diferentes a ti.” La habilidad para
apalancar la diversidad es una competencia que va en franco aumento en los
mercados globales.
Conciencia
política.
Significa
reconocer las influencias políticas y sociales, y estar a tono con el clima y
cultura de la organización. Esto determina lo que es aceptable y lo que no en
una empresa. Las personas que cuentan con esta habilidad reconocen fácilmente
las relaciones de poder clave; detectan las conexiones sociales cruciales y
entienden las fuerzas que modelan las acciones y percepciones de clientes y
competidores. Si usted mantiene relaciones en su trabajo con otros empleados o
clientes, es crítico conocer quien realmente posee el poder y toma las
decisiones. Toda empresa tiene su propio sistema de influencia. Algunas
personas lo reconocen y otras no. Las personas que mantienen buenas conexiones
personales dentro de una compañía, son las que poseen esta destreza.
DIMENSIÓN
5: HABILIDADES SOCIALES.
La última
dimensión de la inteligencia emocional implica dominar las habilidades
sociales.
Influencia.
Las
personas que poseen esta competencia saben ganarse a la gente; saben cómo hacer
presentaciones que atraigan a los escuchas, crean consenso y obtienen apoyo.
Las investigaciones han demostrado que las emociones son contagiosas, es decir
que nos contagiamos de las emociones de quienes nos rodean.
Comunicación.
Las
personas que poseen esta destreza saben lidiar directamente con asuntos
difíciles; saben escuchar; y aceptan las malas noticias al igual que las
buenas. Crear una atmósfera de apertura no es una tarea fácil. Según la revista
Newsweek, la queja más frecuente de los trabajadores norteamericanos es la mala
comunicación con la gerencia. 2/3 de los empleados insisten que esto los frena
en su desempeño. Los ejecutivos exitosos siempre ofrecen formas a sus
subordinados de acceder a ellos con buenas ideas. Por ejemplo, a través del
correo electrónico, buzón de sugerencias, etc.
Manejo
de conflictos.
Las
personas que cuentan con esta destrezas saben manejar las dificultades entre
personas o situaciones tensas con diplomacia y tacto, hallan formas de eliminar
los desacuerdos, desescalándolos; y trabajan hacia soluciones ganar-ganar. Para
resolver conflictos es importante tener un proceso en mente antes que el
problema surja. Algunas formas para evitar un conflicto:
1.-
Cálmese, póngase en sintonía con sus sentimientos y expréselos acordemente.
2.-
Demuestre disponibilidad para solucionar las cosas, conversando el asunto, no
añadiéndole más agresión.
3.- Exprese
su punto de vista con un lenguaje neutral, en vez de en un tono argumentativo.
4.- Trate
de hallar formas para resolver la disputa, trabajando juntos para encontrar una
solución mutuamente atractiva.
Liderazgo.
El
liderazgo requiere de la destreza anterior. Las personas que lo poseen suscitan
entusiasmo por una visión y misión compartida; apartan sus intereses
particulares en aras del objetivo común: guían el desempeño de los demás, al
tiempo que se hacen responsables si algo sucede.
Catalizador
de cambios.
Las
personas con esta destreza reconocen la necesidad para el cambio; retan el
status quo; premian el cambio; y animan a los demás a emprenderlo. Johan
Patrick, un estratega de la empresa IBM, notó en 1993 que la empresa aún se
estaba enfocando en el negocio del hardware de computadoras, mientras que el
futuro yacía en las compañías de Internet. IBM no tenía productos o planes para
la red. Sugirió que IBM debía crearles una cuenta de correo electrónico a todos
sus ejecutivos y empleados, crear una página web de la empresa, etc. Hoy en día
todavía esas ideas son práctica estándar, pero en aquel momento eran ideas
radicales. Patrick es un ejemplo de catalizador de cambios.
Creación
de lazos.
Esta
competencia es expresada cuando las personas cultivan redes extensas
informales; buscan crear relaciones mutuamente beneficiosas; crean “rapport”,
mantienen a los demás al tanto de lo que ocurre, y mantienen relaciones
amistosas entre sus asociados y compañeros de trabajo. Este tipo de conexiones
son particularmente valiosas cuando una persona pierde su empleo. Las personas
que crean lazos ayudan a los otros tanto dentro como fuera de sus
organizaciones. Cuando necesitan asistencia en momentos difíciles, pueden pedir
favores de otros a quienes han ayudado durante sus buenas épocas.
Colaboración
y cooperación.
Esta
competencia está ligada a la anterior. Implica balancear el enfoque en las
tareas al tiempo que se presta atención a las relaciones; compartir planes,
información y recursos; promover un clima amigable y cooperador; y buscar
oportunidades para la colaboración. Cuando las personas no logran colaborar ni
cooperar, su relación es más difícil de mantener. Muchos de los problemas que
las personas afrontan en sus trabajos son debido a las malas relaciones
laborales, no por el trabajo en sí.
Capacidades
de equipo.
Esta
cualidad hace que todos los miembros de un equipo participen de forma activa y
entusiasta en las actividades: construye identidad y compromiso en el equipo; y
comparte los créditos cuando llega el éxito. Las habilidades para trabajar en
equipo son importantes porque las tareas están creciendo y son tan complejas
que ninguna persona posee todas las habilidades necesarias para llevarlas a
cabo por si solo. Trabajar en equipos puede hacer que el trabajo sea más
agradable y satisfactorio para los miembros del equipo, reduciendo la rotación
y el ausentismo del personal.
CONCLUSIÓN.
Las
dimensiones y competencias de la inteligencia emocional pueden parecer
difíciles de dominar y adquirir, la buena noticia es que la inteligencia
emocional se puede aprender. Los individuos pueden identificar las habilidades
que necesitan para actualizar y luego trabajar para mejorar tales competencias.
Los líderes de los negocios deben hacer de la inteligencia emocional una
prioridad al contratar, entrenar, evaluar desempeño y promover a las personas.
Mientras que la inteligencia emocional no ofrece garantía alguna de una mayor
participación en el mercado o de lograr un equipo más saludable, las empresas y
personas que lo apliquen seguramente lograrán buenos resultados y serán
competitivos en el futuro.
BIBLIOGRAFÍA.
Resumen del libro: Inteligencia Emocional En La Práctica.
Escrito
por: Daniel Goleman.
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